cristina, el cordero sacrificial, sirve para jugar. se sirve a si misma sin guarnición, cruda, desnuda. por una justa cantidad de dinero te ayudará a divertirte, asiste a la función contigo y a veces le da forma al mundo, a veces es el mundo y a veces es una brizna de alfombra sin más, pero siempre intentará ordenar el dolor y el goce, limpiar el barro de tus pezuñas, sacarte las espinas de bajo las uñas, lavarte el cabello y sobretodo hacerte oír las respuestas que habías olvidado.
Lo que dice de la estética un neurocientífico
Hace 21 horas
1 comentario:
Qué bien sienta leer unas cotillitas asadas recién traídas del polo
Publicar un comentario