no conozco a ninguna mujer que se deje crecer los pelos de las tetas. a mi no me duele cuando me los quito, de hecho me gusta mucho quitármelos, con lo cual supongo que me gusta mucho que existan. solo son tres o cuatro, pero tienen una raíz francamente potente, la verdad no entiendo muy bien cual es su función en el organismo... acaso importa? es divertido cuando adoramos la existencia de algo en función a lo que nos gusta deshacernos de ello. igual pasa con las postillas, las legañas, los mocos, el picor de las picaduras, las uñas, la ansiedad por no haber fumado, o follado, los pedos profundos, y un sinfín de cosas aún más terroríficas abocadas a la vida intima de cada cual.
Cúbit
Hace 1 semana
8 comentarios:
Tía, das un poco de grima. Adórnate con el mínimo de elegancia. Puagg, no vuelvo.
ya, a eso me refiero
tsss...
Quedo absorto segundos que siento como milenios ante el vello en los pechos de las mujeres.
Entiendo que este sí es un otro YO tuYO.
Ya era hora.
tirarse un buen peo (entre otras muchas cosas) es exquisito.
cosas que quedan en laintimidad jaja una pena, lo que pòdríamos reirnos todos si las compartíeramos coño
joder tanta intimidad y tanta intimidad, a mi no se me da bien eso de la "intimidad" "ser individual" puuu caca ¡¡lo que nos reiríamos si compartieramos estas cosas como tu coño!
Los placeres privados, vergonzantes, secretos son de lo más maravilloso de la creación después del hecho de pensar que tu profesor de Teoría de la Información o la cajera del Supercor o hasta Sarkozy también tienen esos placeres culpables.
Pues ya conoces a una: adoro los pelos que me salen por todo el cuerpo, salvo los de la cara que, no sé porqué, me caen peor.
Dios las pare y el viento las amontona: cierto que no soy la única mujer que he conocido que no procuraba vivir su cuerpo como un campo de batalla y que no se depilaba. Eso sí, semos pocas.
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