Eres la piscina pública en la que chapoteamos todos. Buceamos como locos silenciosos en tu plasma rosa, golosina pegajosa que se funde y se sumerge en el asfalto caliente de Nevada, o cualquier otro burdel en el que esté de oferta el cocktel piruleta, en el esté abierta la puerta de luna a estrella y de pierna a pierna.
Sin más, para servirle a usted y a Dios, con lentejuelas y wonderbrases, sobre papel, sobre la cama y sobretodo todo en internet.
2 comentarios:
dios bendiga el porno
chapó!
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